Díganme quién no ha comido en su vida las famosas gomitas o gominolas,
como se les llama en algunos países y son súper fáciles de hacer. Yo
aprendí a hacerlas hace poco y ahora que tengo un chamo nuevo las hago
por lo menos dos veces al mes. Lo importante es que si usted las hace en
su casa puede decidir si le pone azúcar blanca, morena o simplemente
papelón, porque en estos días de escasez de azúcar las hice con papelón
(que había derretido y guardado en la nevera para endulzar de todo) y me
salieron buenísimas. Por lo menos mis dos hijos no se quejaron.
Anote lo básico:
Ingredientes
* 7 cucharadas de gelatina sin sabor
* 3 tazas de azúcar
* 2 tazas de agua
* 1 taza de gelatina con sabor
* Azúcar para decorar
Cómo se preparan, Pues bien, usted...
1. En una olla coloca la gelatina sin sabor, el azúcar y el
agua. Lleve la olla al fuego y remueva constantemente con una cuchara de
madera hasta que hierva un poco. Luego añada la gelatina con sabor.
2. Deje hervir hasta que la mezcla espese y se forme una película en la superficie. Hierve un poquito más y apague la hornilla.
3. Moje con agua fría una bandeja y vierta la mezcla en ella.
Déjala reposar durante toda la noche. Al día siguiente la preparación
estará bien firme y con un cortador de galletas puede cortarlas con
formas lindas, si no tiene agarre un cuchillo y córtela como pueda en
cuadritos o triángulos. Los chamos se las comerán como sea.
4. Luego páselas por azúcar y déjalas reposar.
5. Cuando estén listas tus gomitas guárdalas en un envase hermético lejos del olfato infantil.
Como les dije son súper fáciles de hacer. Pruébenlas y se darán cuenta
que no hay ningún truco de magia. Los tips que les tengo para mejorar la
receta son más como mamá que como cocinera.
1.- La observación, es en especial para los oyentes más
jovencitos que están incursionando en la cocina y esto lo digo, porque
hace poco mi hijo de doce años me lo preguntó y fue algo que yo aprendí
de grande luego de varias comidas dañadas.
Cuando una receta habla de tazas y cucharadas no hace referencia a la
taza grandota donde usted toma café o la pequeñita en la que le sirve té
a la visita y las cucharillas que debe usar no son esas con las que
come. NO. Esas son medidas internacionales idénticas en todos los
países, así que un consejo, desde ya, es que vaya al supermercado más
cercano y se compre un juego de tazas para tener las medidas estándares y
el juego de cucharitas.
En el caso de las tazas serán (1, 1/2, 1/3, 1/4 taza) y en las cucharas
serán (1 cda., media, y así sucesivamente e incluso hay una pequeñita
que indica la cantidad de 1 cucharadita porque hay recetas que no dicen
cucharadas sino cucharaditas).
2.- La gelatina sin sabor es más problemática para disolver y
trabajar que la que viene con sabor, por lo que recomiendo disolverla
primero, tal como lo indica esta receta y luego agregar la que tiene
sabor.
3.- Amigos, yo sólo una vez hice esta receta, quedan perfectas,
nada que envidiar a las gomitas que venden, pero viendo la cantidad de
azúcar que llevan, yo prefiero usar sólo media taza y no 3 como lo
indica la receta porque sé que le estoy aportando algo negativo a mis
hijos y esa no es la idea. Aclaro que el usar menos azúcar me obliga a
guardarlas en la nevera para tener la estabilidad de las gomitas, pero
si las dejamos fuera del refrigerador no quedan tan fuertes, pero no se
derriten ni nada, simplemente pierden parte de la dureza propias de las
gomitas. Y no las cubro con azúcar porque el azúcar se suda y se
derrite. Para agregarle azúcar por fuera debe haberse realizado la
receta como Dios manda, es decir, tal como se las indiqué. Esos cambios
Tipo Carmen, son eso, cambios tipo mamá que hace que la receta sea más
saludable, pero pierde algunas cosas. Ustedes deciden cómo hacerlas.
4.- Por último, les digo que esta receta pueden hacerlas
sustituyendo la gelatina con sabor por algún juguito de fruta natural,
un poco concentrado, la textura es diferente, pero quedan muy ricas,
naturales y hechas con amor de madre que no tiene precio. Aquí vale
ponerles una carita feliz.
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